Tony Robbins - poder sin limites - resumen capitulo 7

Tony Robbins - poder sin limites - resumen capitulo 7




Aqui un extracto de algunas ideas del libro pero te recomiendo comprarlo para que asi consigas obtener el máximo potencial. Un libro muy recomendado y con una excelente calidad, precio. 




Resumen:

Es como organizamos la acciones, en que orden y la estrategia que usamos. Ademas como hacemos el conjunto de acciones mentales y físicas. Ejemplo:
Cuando vamos a preparar una receta, no es lo mismo, preparar todos los ingredientes primero, bien preparados en la mesa, que ir cocinando y buscando en los armarios los ingredientes.
Tener todo preparado, cortado y a mano, facilita la tarea de cocinar. Sin embargo estar cocinando y a la vez buscando ingredientes y cortándolos, resulta muy caótico. Por ello, la sintaxis, que es el orden de como estructuramos las acciones, tiene importancia. Aqui el orden de los factores si altera el producto.

Ademas las acciones también tienen un componente fiscio y mental. Por ejemplo, si preparo los ingredientes y mientras tanto escucho una música agradable o un podcast que me encante, entonces fluyo en esa tarea, la hago con alta concentración, sin ninguna prisa, sin estres y lo hago con delicadeza. Lo contrario, seria hacerlo queriendo ir muy rápido, ademas estando absortos pensando en otros temas, problemas que nos generan estres, angustia. Ese seria el ambiente perfecto para la chapuza. Se aprecia en el ejemplo, que las acciones vinculadas a la parte mental son determinantes.

Las acciones de la parte física, ejemplo: para hacer la receta, tenemos un cuaderno con las indicaciones a seguir. Lo hemos apuntando todo de forma ordenada, con colores, con un formato muy claro que facilita la lectura. Asi seguir la receta es muy fácil, ya que el texto es muy claro y organizado. Es sencillo leer la receta y nos facilita el proceso de cocinar. Ademas tenemos el cuaderno en un sitio cómodo y visible. Aqui se observa como esas acciones físicas influyen en el proceso de cocinar.

Todo lo descrito anterior, es la estrategia que usamos, y engloba que acciones realizar, el orden de la acciones, y que procesos mentales y físicos tenemos que hacer, y de que modo hacerlos.

Cuando alguien realiza con excelencia algo,se puede tratar de modelar el método para también implementarlos nosotros. De este modo al copiar un método perfeccionado aceleramos nuestra aprendizaje, ( aqui mi opinion personal de quien escribe este blog sobre este tema: Y que es hay que tener mucho cuidado al copiar un metodo. Podemos tener mucha confianza porque estamos copiando un metodo muy perfeccionado. Pero cuando no se sabe de algo, no se sabe de algo. Y si cometemos un pequeño error en una variable fundamental, el trabajo global puede ser nefasto. Aunque el metodo sea muy depurado, nuestra inexperiencia no nos da visión global para entender las variables esenciales y los parametros de menor valor. Por ello, esta idea de copiar la excelencia esta genial pero hay que seguirla con mucha precaucion y sin tener sobreconfianza, sino queriéndola implementar a largo plazo mientras adquirimos experiencia. Se puede tener la receta de las mejores croquetas del mundo pero si cuando la implementamos cometemos un error importante en algo basico como es la salsa bechamel, la receta sera un fracaso. Hay variables clave que solo se pueden dominar por medio de la experiencia. Hacer un cambio en un pequeño matiz, por sutil que parezca, puede cambiar el resultado. Pero al no tener experiencia ni siquiera apreciamos que esa variable tiene una alta sensibilidad sobre el resultado que genera.)





Tony Robbins - poder sin limites - resumen capitulo 7


"Decíamos que los individuos que producen resultados sobresalientes realizan constantemente un conjunto de acciones específicas, tanto mentales como físicas (internas, con las que intervienen en su cerebro, y externas, con las que intervienen en el mundo), y que si producimos las mismas acciones crearemos los mismos o parecidos resultados. No obstante, hay otro factor que influye en esos resultados: la sintaxis de la acción. La «sintaxis», es decir el modo en que ordenamos las acciones, puede significar una gran diferencia en cuanto a la clase de resultados que obtengamos.

El significado de la experiencia viene determinado por el orden de las señales suministradas al cerebro. Intervienen los mismos estímulos, las mismas palabras, pero el significado es diferente. Importa mucho entender esto si queremos modelar con eficacia los resultados de los triunfadores. El orden en que se presentan las cosas hace que el cerebro las registre de una manera determinada. Es como las instrucciones de un programa de ordenador: si se programan las instrucciones en el orden correcto, el ordenador hará pleno uso de su capacidad y producirá los resultados deseados; si se programan las instrucciones correctas pero en un orden diferente, el resultado no será el que deseábamos.

Emplearemos la palabra «estrategia» para describir todos estos factores (los tipos de representaciones internas, las submodalidades necesarias y la sintaxis requerida) que contribuyen a la creación de un resultado determinado.

Todo lo que «producimos» en la vida se ajusta a una estrategia: los sentimientos de amor, la atracción, la motivación, todo. Si descubrimos cuál es nuestra estrategia para el amor, por ejemplo, podremos desencadenar tal estado a voluntad. Si descubrimos qué acciones realizamos para tomar una decisión y en qué orden, entonces, aunque seamos unos indecisos, llegaremos a ser capaces de decidir en cuestión de instantes. Sabremos qué teclas tocar y cómo producir los resultados que deseamos de nuestra biocomputadora interna.

Una bonita metáfora de los ingredientes y aplicación de las estrategias es la del pastelero. Suponiendo que uno hace la mejor tarta de chocolate del mundo, ¿sería usted capaz de producir resultados de la misma calidad? Desde luego que sí, siempre que dispusiera de la receta que usa esa persona. Una receta no es más que una estrategia, un plan específico que dice qué recursos deben emplearse y cómo emplearlos para obtener un resultado determinado. Si aceptamos que todos poseemos sistemas neurológicos iguales, ello implica la creencia de que todos disponemos, en potencia, de los mismos recursos. Es la estrategia (o sea, la manera de utilizar dichos recursos) lo que determina los resultados que producimos. 

l, la que domina el mercado. Así pues, ¿ qué se necesita para producir un pastel de la misma calidad que el del pastelero más experto? Hay que tener la receta, y hay que seguirla con exactitud. Si usted sigue la receta al pie de la letra, producirá los mismos resultados, aunque jamás hubiese hecho antes una tarta similar.

lo que nos hace falta es descubrir qué estrategia utilizan y aplicarla para producir resultados similares, ahorrándonos tremendas cantidades de tiempo y esfuerzos.

En primer lugar, la receta nos dice qué ingredientes se necesitan para lograr el resultado. En la «paste lería» de la experiencia humana, los ingredientes son nuestros sentidos.

o basta conocer los ingredientes; hay que saber además la proporción exacta de cada uno. Para nuestra estrategia, podemos imaginar que esas cantidades son las submodalidades.

¿Podemos decir que basta con eso? Sabiendo cuáles son los ingredientes y en qué proporciones deben emplearse. ? ¿podremos hacer un pastel de la misma calidad? No, salvo si conocemos también la «sintaxis» de esa producción, o sea qué hacer, cuándo hacerlo y en qué orden.

¿Cuáles son los elementos constitutivos de la sintaxis? Nuestros sentidos. La información sensorial recibida se procesa a dos niveles: el interno y el externo. La sintaxis es la manera de juntar los ladrillos de la experiencia externa, y también lo que nos representamos internamente

 tenemos dos tipos de experiencias visuales. El primero es el de lo que vemos en el mundo exterior; mientras usted lee este libro y ve las letras negras sobre el fondo blanco, la experiencia visual es externa. El segundo es el visual interno; recordemos cómo, en el capítulo anterior, jugábamos mentalmente con las modalidades y submodalidades visuales.

Lo mismo vale para las demás modalidades. Escuchamos el silbato de un tren que pasa cerca de nuestra casa: es una experiencia auditiva externa. O escuchamos una voz en nuestra mente: ésta es auditiva interna. Si lo importante de esa experiencia era el tono de esa voz, diremos que es auditiva tonal; si lo importante eran las palabras (el significado) transmitidas por la voz, es auditiva digital. Usted nota la textura de los brazos del sillón en que apoya sus codos: experiencia cenestésica externa; usted nota dentro de sí una sensación de bienestar o de malestar: cenestésica interna.

Al objeto de elaborar una receta hemos de idear un sistema que nos describa lo que se debe hacer y cómo. Utilizaremos, pues, una notación para describir las estrategias. Vamos a representar los procesos sensoriales mediante abreviaturas, y así «V» significará visual, «A» auditiva, «C» cenestésica, «i» interna, «e» extema,«t» tonal y «d» digital

. Usted podría pasarse el día entero «hablando» con esa persona para persuadirla de que haga una cosa y muy probablemente no conseguiría su propósito; en cambio, hágale «ver» un resultado y menciónele lo que esa persona se diría a sí misma al verlo, y casi automáticamente la pondría en la disposición deseada

¿Tiene usted, por ejemplo, una manera de organizar de manera coherente sus experiencias internas y externas cuando va a hacer una compra? Sin duda alguna. Quizás usted mismo no sepa cuál es, pero la misma sintaxis de experiencias que le atrae hacia un determinado modelo de coche le induce tal vez a desear comprar una determinada casa. Existen ciertos estímulos que, suministrados en el orden correcto, le ponen a usted inmediatamente en un estado receptivo a la compra.

¿Qué otras estrategias existen? ¿Hay estrategias para la persuasión? ¿Se puede organizar el material que se quiere explicar a alguien de manera que convenza casi irresistiblemente? Por supuesto. ¿Para la motivación? ¿La seducción? ¿Para el aprendizaje? ¿El entrenamiento deportivo? ¿La venta? Puede usted estar seguro. ¿Y la depresión? ¿O el éxtasis? ¿Hay maneras específicas de representarse nuestra experiencia del mundo en determinadas secuencias capaces de crear esas emociones? Délo por descontado. Hay estrategias para la eficiencia en la gestión lo mismo que para la creatividad. Ciertas cosas le activan a uno, y entonces entramos en cualquiera de esos estados.

Lo primero que hice fue tomar esa imagen enorme de fracaso que yo había creado en mi mente y reducirla literalmente a sus justas proporciones. Luego me puse a establecer un nuevo conjunto de representaciones acerca de lo que podía hacerse. Cambié mi sistema de creencias, que al principio decía: «Si los mejores del ejército no consiguen lo que se me 1 pide, obviamente yo tampoco lo conseguiré», para que dijera: «Los instructores de tiro son los mejores en lo suyo, pero < saben muy poco o nada acerca del efecto de las representaciones internas sobre el rendimiento, ni acerca de cómo mo-1 delar las estrategias de los mejores tiradores». Tras ponerme I así en estado de completo dominio de mis recursos, le notifi- x qué al general que necesitaba tratar a sus mejores tiradores con objeto de averiguar concretamente cómo lo hacían (es S decir, en cuanto a las acciones mentales y físicas) para pro- J ducir un resultado consistente en unas puntuaciones máximas. Una vez descubierta «la diferencia en que estriba toda la diferencia», estuve en condiciones de enseñar a los soldados f en menos tiempo y de alcanzar los resultados exigidos.

descubrí las creencias clave que comparten algunos de los mejores tiradores del mundo y las contrasté con las creencias' de los soldados que no disparaban con eficacia

 Seguidamente descubrí la sintaxis mental común y las estrategias de los mejores tiradores, y las reproduje de manera que me fuese | posible transmitírselas a un novato

Dicha sintaxis era el re- | sultado de miles, o quizá cientos de miles, de disparos seguidos de microscópicos reajustes de las técnicas de tiro. Luego modelé las componentes clave de su fisiología

Tras haber descubierto cuál era la estrategia óptima para producir ese resultado que se llama un buen ejercicio de tiro

Al enseñar a aquellos novatos cómo enviar a sus cerebros las mismas señales que envían los expertos, los convertía en tiradores de primera inviniendo para ello menos de la mitad de tiempo.

Como es evidente, los resultados producidos serán tanto más exactos cuanto más completa y exacta sea la información  acerca de lo que hace el otro para obtener los suyos.

Uno de los sectores básicos en donde el entendimiento correcto de las estrategias y de la sintaxis puede suponer una diferencia importante es el de la enseñanza y el aprendizaje.  ¿A qué se debe que algunos niños sean «incapaces» de aprender? Estoy convencido de que hay dos razones principales para ello. En primer lugar, porque a menudo desconocemos cuál es la estrategia más eficaz para enseñarle a alguien un cometido determinado. En segundo lugar, porque los maestros rara vez tienen una idea precisa de las diferencias que hay entre los niños a la hora de aprender. Recuerde que todos tenemos estrategias diferentes. Si no se conoce la estrategia de aprendizaje de un individuo, va a ser muy difícil tratar de enseñarle algo.

 El que uno sea capaz de producir resultados coherentes o no, sencillamente es cuestión de que su sintaxis mental actual favorezca o no la i locución de la tarea que le exige a su cerebro.

Un concepto nuevo, el de la «partición». Por lo común, las personas no pueden procesar conscientemente más de cinco a nueve partículas de información al mismo tiempo. Los que aprenden con mucha rapidez dominan los temas, por complejos que sean, mediante el procedimiento de dividir la información en partes pequeñas, que se juntan luego para reconstruir! el todo originario. Por tanto, aprenderemos a deletrear la palabra Alburquerque dividiéndola en tres partes, que podrían 1 ser las siguientes: Albur/quer/que. Le ruego al lector que es- | criba esas tres partes en un papel, el cual situará luego en alto y a la izquierda de sus ojos. Contemple «Albur», cierre después] los ojos y vea las letras en su mente. Abra los ojos. Vea «Albur». No pronuncie las letras, limítese a mirarlas; luego cierre ') los ojos y contémplelas mentalmente

¿Qué pasa con el llamado o fracaso escolar? En muchos casos, esos jóvenes no son sino víctimas de un fracaso estratégifo. Necesitan aprender a usar sus recursos.

nuestros sistemas de enseñanza están adaptados a la materia que han de aprender los alumnos, pero no a la mejor manera de aprenderla. Las Técnicas del Rendimiento Óptimo nos enseñan las estrategias concretas que utilizan los individuos para aprender, y por consiguiente las mejores maneras de aprender una cosa concreta, por ejemplo, a deletrear.

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