Mark Manson. El sutil arte de que (casi todo) te importe un carajo


Mark Manson. El sutil arte de que (casi todo) te importe un carajo

Y si vas por la vida dándole importancia a todo y a todos, sin hacerlo
conscientemente o por elección, bueno, acabarás jodido.

Hay un sutil arte de que las cosas te importen un carajo. Y aunque el
concepto pueda parecer ridículo y yo suene como un patán, hablo, en esencia, de
aprender a concentrarte y priorizar tus pensamientos de manera efectiva: cómo elegir lo que vale para ti y lo que no te importa, con base en tus finamente
pulidos valores personales. Esto es en extremo difícil; lograrlo requiere una vida
de práctica y disciplina. Y fracasarás varias veces. Pero quizás es el esfuerzo más
valioso que uno puede realizar en su vida. Es tal vez el único esfuerzo que posee
valor en la vida.
Porque cuando todo te importa demasiado —cuando te importan todas las
personas y todas las cosas—siempre te sentirás con derecho a estar cómodo y
feliz en cualquier circunstancia; sentirás que todo debe ser exactamente y de la
maldita forma en la que tú lo quieres. Esto es una enfermedad. Y te comerá vivo.
Verás cada adversidad como una injusticia, cada reto como un fracaso, cada
inconveniente como una ofensa personal, cada diferencia de opinión como una
traición. Quedarás confinado a tu pequeño y ridículo infierno; arderás entre las
llamas de tu derecho a ser feliz y de tu fanfarronería; darás vueltas como hámster
en tu maldito círculo vicioso del sobreanálisis, siempre en movimiento pero sin
llegar a ningún lado.

Comentarios