resumen 8, el poder del ahora



no puede luchar contra el cuerpo del dolor.
Intentar hacerlo crearía conflicto interior y por lo tanto más dolor. Observarlo es suficiente. Observarlo implica
aceptarlo como parte de lo que es en ese momento.

El cuerpo del dolor está constituido por energía vital atrapada que se ha separado de su campo de energía total y se ha vuelto temporalmente autónoma por medio del proceso antinatural de la identificación con la mente. Se ha puesto en funcionamiento a sí misma y se ha convertido en anti vida, como un animal que trata de devorar su propia cola.

Cuando usted empiece a dejar de identificarse y se convierta en el observador, el cuerpo del dolor continuará operando por un tiempo y tratará de engañarlo para que se identifique de nuevo con él. Aunque usted ya no lo está energizando a través de su identificación, mantiene cierto impulso, lo mismo que una rueda que continúa girando por un rato aunque ya no esté siendo impulsada.


Por ejemplo, si la ira es la vibración de energía predominante del cuerpo del dolor y usted tiene
pensamientos de ira, entreteniéndose con lo que alguien le hizo a usted o lo que usted le va a hacer, se ha vuelto inconsciente, y el cuerpo del dolor se ha convertido en "usted". Donde hay ira hay siempre dolor bajo ella. O cuando lo invade un humor sombrío y usted empieza a entrar en un patrón mental negativo y a pensar lo terrible que es su vida, su pensamiento se ha alineado con el cuerpo del dolor y usted se ha vuelto inconsciente y vulnerable a su ataque. "Inconsciente", en la forma que uso la palabra aquí, significa estar identificado con algún patrón emocional o mental. Implica una ausencia total del observador.

La atención consciente sostenida corta el lazo entre el cuerpo del dolor y sus procesos de pensamiento y efectúa el proceso de la transmutación.


Su responsabilidad entonces es no crear más dolor.
Permítame resumir el proceso. Enfoque la atención en el sentimiento que hay dentro de usted. Reconozca que es el cuerpo del dolor. Acepte que está allí. No piense en él, no deje que el sentimiento se transforme en pensamiento. No juzgue o analice. No se identifique. Permanezca presente y continúe siendo el observador de lo que está ocurriendo dentro de usted. Vuélvase consciente, no sólo del dolor emocional sino también de "el que observa", el observador silencioso. Ese es el poder del Ahora, el poder de su propia presencia consciente

Comentarios