tony robbins rutina

extracto de Tim Ferris - armas de titanes

mañanas de preparación en lugar de meditación
Cuando Tony se despierta, lo primero que hace es su rutina de preparación, cuya
finalidad es conseguir un cambio fisiológico veloz: «Para mí, si no quieres
pararte en la vida, debes prepararte a diario». Con los años he visto a Tony
utilizar muchos recursos, varios de los cuales he adoptado yo mismo, como:
Zambullirse en agua fría (yo uso una ducha fría rápida que puede durar tan
sólo treinta o sesenta segundos).
A continuación, Tony realiza ejercicios de respiración. Hace tres series de
treinta repeticiones. Su técnica sentado es parecida a la rápida «respiración
de fuego» nasal del yoga, pero él le añade una extensión rápida de brazos
por encima de la cabeza al aspirar y un descenso de codos por debajo de la
caja torácica al exhalar.
Como alternativa: «Paseo de respiración». Es una propuesta añeja de Tony,
pero yo aún lo hago bastante a menudo cuando viajo. No es más que
caminar unos minutos usando un ciclo de respiración de cuatro aspiraciones
cortas por la nariz, seguidas de cuatro exhalaciones cortas por la boca.
Al terminar algo parecido a lo de arriba, Tony hace de nueve a diez minutos
de lo que algunos considerarían meditación. Para él, en cambio, el objetivo es
muy distinto: se trata de propiciar e inducir emociones fortalecedoras para el
resto del día. Él parte esos nueve o diez minutos en tres segmentos. Éste es un
resumen abreviado:
Los tres primeros minutos: «Sentir una gratitud absoluta por tres cosas. Yo me
obligo a que una de ellas sea algo muy, muy simple, como el viento que me da
en la cara, el reflejo de las nubes que acabo de ver. Pero no sólo pienso en la
gratitud, sino que dejo que la gratitud me inunde el espíritu, porque cuando te
sientes agradecido, todos sabemos que no hay ira. Es imposible sentirse enojado
y agradecido al mismo tiempo. Cuando te sientes agradecido, no hay ningún
temor. No puedes sentir miedo y agradecimiento simultáneamente».
Los tres minutos siguientes: «Concentración total en la percepción de la
presencia de Dios, por decirlo de alguna manera, o como quieras llamarlo tú. La
penetración en mí de esa presencia y su sensación me cura todo el cuerpo, la
mente, las emociones, las relaciones y las finanzas. Lo veo como algo que
resuelve todo lo que debe resolverse. Experimento el refuerzo de mi gratitud, de
mis convicciones, de mis pasiones…».
Los últimos tres minutos: «Me concentro en tres cosas que haré que sucedan,
mis “tres para crecer”… Hay que verlo como si ya estuviera hecho, sentir las
emociones, etc.
»Y, como he dicho siempre, no hay excusa para no tomarse estos diez
minutos. Si no tienes diez minutos, no tienes vida».
Esto me recordó algo que he oído decir de varias maneras a muchos adeptos a
la meditación (como Russell Simmons): «Si no tienes veinte minutos para
ahondar en ti a través de la meditación, entonces es que en realidad necesitas dos
horas»

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