ACEPTACIÓN
el poder del ahora.
E. Tolle:
A menos que le preste atención antes, la emoción le impedirá
tener acceso al cuerpo interior, que está a un nivel más profundo bajo ella.
Atención no significa que empiece a pensar en ella. Significa solamente
observar la emoción, sentirla plenamente y así reconocerla y aceptarla como es.
Algunas emociones se identifican fácilmente: ira, temor, tristeza, etcétera.
Otras pueden ser mucho más difíciles de clasificar. Pueden ser sólo vagas
sensaciones de desasosiego, pesadez o encerramiento, a mitad de camino entre
una emoción y una sensación física. En cualquier caso, lo que importa no es si
usted puede ponerles una etiqueta mental, sino si puede traer la sensación de
la misma a la conciencia lo más posible. La atención es la clave de la
transformación y una atención plena también implica aceptación. La atención es
como un haz de luz, el poder concentrado de su conciencia que lo transmuta todo
en sí misma.
En un organismo completamente funcional, una emoción tiene
un lapso de vida muy corto. Es como una pequeña arruga u ola en la superficie
del Ser. Cuando usted no está en su cuerpo, sin embargo, una emoción puede
sobrevivir en usted durante días o semanas o unirse con otras emociones de
frecuencia similar que se han fundido y se convierten en el cuerpo del dolor,
un parásito que puede vivir dentro de usted durante años, alimentarse de su
energía, llevar a la enfermedad física y hacer su vida desdichada (vea el
capítulo dos).
el poder del ahora.
E. Tolle:
Así pues, ponga su atención en sentir la emoción y compruebe
si su mente se está aferrando a un patrón de queja como la censura, victimismo
o el resentimiento, que alimentan la emoción. Si ese es el caso, significa que
usted no ha perdonado. La falta de perdón es a menudo hacia otra persona o
hacia usted, pero puede ser hacia cualquier situación o condición - pasada,
presente o futura - que su mente rehusa aceptar. Sí, puede haber falta de
perdón incluso con relación al futuro. Este es el rechazo de la mente a aceptar
la inseguridad, a aceptar que el futuro está en últimas más allá de su control.
El perdón es abandonar la queja y dejar ir la tristeza. Ocurre naturalmente una
vez usted se da cuenta de que su queja no tiene ningún propósito, excepto
fortalecer un falso sentido de uno mismo. El perdón es no ofrecer resistencia a
la vida, permitir a la vida vivir a través de usted. Las alternativas son el
dolor y el sufrimiento, un flujo de energía vital muy restringido y en muchos
casos, la enfermedad física.
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