Brene Brown. Los dones de la imperfección.
La doctora Kristin Neff es investigadora y profesora en la
Universidad de Texas, en Austin (EE. UU.). Dirige el Laboratorio de
Investigación sobre la Autocompasión, donde estudia cómo desarrollamos y
practicamos la autocompasión. Según Neff, la autocompasión está formada por
tres elementos: amabilidad hacia uno mismo,humanidad y consciencia. Estas son
las definiciones abreviadas de cada uno de ellos:
Amabilidad hacia uno
mismo: ser cariñosos y comprensivos con nosotros mismos cuando sufrimos,
fallamos o nos sentimos incapaces, en lugar de ignorar el dolor o flagelarnos a
través de la autocrítica.
Humanidad:
reconocer que el sufrimiento y la sensación de incompetencia personal forman
parte de la experiencia humana compartida; son algo que todos sufrimos y no
cosas que solo «me suceden a mí».
Consciencia:
adoptar un enfoque equilibrado de las emociones negativas, de manera que los
sentimientos no se supriman ni se exageren. No podemos ignorar nuestro dolor y
sentir compasión hacia él al mismo tiempo. La consciencia necesita que no nos
«sobreidentifiquemos» con los pensamientos y sentimientos, para evitar vernos
atrapados y arrastrados por la negatividad.
Uno de los aspectos que más me fascinan del trabajo de la
doctora Neff es su definición de consciencia. Muchos de nosotros creemos que
ser conscientes significa afrontar las emociones dolorosas, pero ella nos recuerda
que también supone no sobreidentificarnos con nuestros sentimientos ni
exagerarlos. En mi opinión, es algo clave para quienes tenemos que luchar
contra el perfeccionismo
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