MENTE ENGAÑADA POR LA EMOCIÓN

Mente engañada por la emoción:

Estábamos descansando en la selva, hemos tenido la percepción de que una culebra estaba en nuestra pierna, pero era una rama de un árbol. Hemos salido corriendo y no hemos percibido que en realidad era una simple rama. En nuestra mente esta la idea de que una serpiente me ha atacado.

Ahora se activado una fuerte emoción. Esta emoción va estar continuamente engañando a la mente.

Seguimos caminando por la selva, aparecen en nuestra mente, nuestras lluvias de ideas y además estamos alterados.

Ahora escuchamos cualquier mínimo ruido que se produzca. Escuchamos las ramas de árboles que se mueven con el viento. Ese ruido nos parece el rugido de un león.

Luego vemos unos arbustos que se mueven. Lo cierto es que es un pequeño roedor, pero en las formas del frondoso bosque creemos ver un tigre.

Con esa activación emocional, las lluvias de ideas que tenemos son en la mayoría un bombardeo de mentiras que llegan a la mente y nos alteran y asustan. Todo a partido de la premisa de que una serpiente nos atacó, algo que era falso. Esta idea nos ha llevado a tener un alto nivel emocional. Esa emoción nos termina de confundir por completo.

Se activa una emoción y mente con barro. Aceite para la máquina, para la bicicleta.

Podemos comparar la emoción con aceite para una máquina. En su justa medida ayuda a que la maquina tenga fluidez y funcione eficientemente. Pero si hay un nivel de aceite excesivo, la maquina funcionara mal.

Ahora imagina que estamos haciendo un tour en bicicleta. Y nuestra bicicleta y todo nuestro material está impregnado en aceite: las ruedas, el gps, las zapatillas. Además, ese aceite también contiene barro.

Toda la maquinaria está llena de aceite y barro. Nuestras actuaciones y movimientos con la bicicleta serán torpes en tales condiciones.

Podemos realizar acciones, pero estarán llenas de torpeza.

Cuando tenemos la maquinaria sucia es muy fácil detectarlo visualmente porque se aprecia. Y sabemos que no es adecuado maniobrar en esas condiciones.

¿Pero si ese aceite y barro fueran de color blanco o mejor dicho invisible? Toda la equipación estaría impregnada de aceite y barro pero no seriamos conscientes de ello porque es de color invisible.

El gran problema de la activación emocional es que actúa en cierta manera como el barro invisible. No percibimos que esa mente está viendo a través de una pantalla con barro.

Cuando se activa una emoción, la mente puede adquirir la misma torpeza que la maquinaria llena aceite, barro.