fuente:
Enrique Martinez Lozano. Crisis
crecimiento y despertar.
"Realmente,
existe una diferencia radical a la hora de trabajar una emoción, según lo
hagamos de una manera “experiencial” o “narrativa”: en el primer caso, se la
atiende limpiamente, en lo que es; en el segundo, por el contrario, se
construye una historia en torno a lo ocurrido.
Esa diferente manera
de abordarla, repercute decisivamente, tanto en el proceso, como en el
resultado. Ambos se verán completamente alterados en el momento mismo en que se
introduce el “yo” apropiador del sentimiento. En lo concreto: una cosa es
constatar una sensación de “abandono"’, y otra diametralmente distinta es
decir que “me siento abandonado, lo que me han hecho, y lo que me va a ocurrir
a partir de ahora...”. Estas “historias”, que giran siempre en torno al “yo”,
son las que aseguran una preocupación creciente y un sufrimiento permanente y
estéril. La simple constatación neutral, por el contrario, es fuente de
libertad y, en la misma medida, de desidentificación del propio ego.
La práctica sostenida
en este modo liberador de reconocer y aceptar todo lo que aparece en nuestro
campo de consciencia, desde una actitud de atención amorosa, sin construir
historias mentales sobre ello, posibilita y favorece que, en algún momento, el
yo -nuestra identificación con él— “caiga” y quede sencillamente el “espacio
consciente'’ que realmente somos. Eso es el despertar, que vendrá acompañado de
los rasgos que lo caracterizan: descanso, liberación, plenitud, gozo y
compasión."
fuente:
Enrique Martinez Lozano. Crisis crecimiento y despertar.
Comentarios
Publicar un comentario